El reconocido fotógrafo argentino, de la industria hotelera, confecciona sus imágenes con la tableta gráfica Cintiq 21, que entre otras, ha pasado a convertirse en una herramienta esencial para este tipo de trabajo.
Palmiro Bedeschi nació en noviembre de 1969 en Avellaneda (Provincia de Santa Fe). A los 12 años ya contaba con una cámara fotográfica réflex con la que dio sus primeros pasos en la fotografía, un hobby que más adelante se transformaría en su forma de vida.
Al terminar sus estudios secundarios se radicó en Italia en la localidad de Livigno, provincia de Sondrio, donde empezó a trabajar como fotógrafo de deportes invernales. En Milán realizó varios cursos de fotografía publicitaria; de regreso a Buenos Aires, en el año 1997, complementó su especialización con cursos realizados en la Escuela Argentina de Fotografía. Luego se dedicó por completo a la realización de trabajos en estudio.
Hoy viaja por toda la Argentina y países limítrofes, transportando todo su estudio para la realización principalmente de imágenes de interiorismo para Hotelería: En su web se refleja su trabajo www.imagenhotelera.com
Con casi 3 décadas de experiencia en la producción de imágenes y con el objetivo puesto en ofrecer una propuesta diferente a cada uno de sus clientes, desde hace más de 11 años utiliza Wacom para la confección de sus trabajos.
“Era un desafío cuando en una fotografía tenía que sacar algo que incomodaría a la vista de quien luego la observaría. Lograr la imagen deseada podía llegar a demandarme varias tomas. Mi récord fueron 10 tomas para realizar una imagen”, recordó Bedeschi.
Con el paso del tiempo, las exigencias por parte de cada uno de los hoteleros que lo contrata año tras año para realizar su producción fotográfica y su mismo afán de superación, hizo que el mismo Bedeschi buscase entre sus contactos a quien lo pudiese acercar a Wacom.
“Empecé en el año 1997 a trabajar con una Graphire, era la más chiquita del mercado de ese entonces. La usé desde el 1997 hasta el 2001 pero al cambiar la máquina de trabajo, la tableta quedó relegada a otra computadora porque comencé a necesitar trasladar todo mi equipo a mi lugar de trabajo”.
Tras esta decisión, conoció a Gabriel Sobek (distribuidor de Wacom) a quien le comentó acerca de su trabajo y la imperiosidad de contar con alguna tableta Wacom que le permitiese la portabilidad como así también los retoques de la iluminación, factores esenciales para realizar su trabajo.
El resultado del trabajo que de forma conjunta realiza la cámara, la tableta Wacom Intuos3 4x6 Special Edition y el software de Adobe para el enmascarado de las imágenes, permiten que Palmiro Bedeschi se luzca en cada una de sus presentaciones.
“A algunas fotos les doy más golpe de flash que a otras. Lo más complejo son las habitaciones y las ventanas de los cuartos donde hay una amplitud enorme de la toma. Además, el no poder colocar un flash por delante de la toma, para que no se vean reflejados los equipos en la fotografía, es bastante complejo”, dice.
Además, destaca la posibilidad de realizar un trabajo manual en cada una de las imágenes. “La principal ventaja que yo encuentro con el lápiz óptico es la posibilidad de trabajar fino. El poder usar la mano y la forma de agarrar el lápiz es más sano y natural. Un ejemplo es la tarea de hacer tejas de nuevo en los techos de los hoteles o remover cables. Es un trabajo artesanal, aunque yo tengo una política que no es cambiar mucho la imagen”.
Si bien los resultados se aprecian, en la edición anual de su libro sobre hoteles de Argentina “Hoteles con Vista”, una de las ventajas que le reconoce a la tableta Intuos3 4x6 Special Edition es su movilidad y portabilidad, además de la mayor productividad que permite en el trabajo, ya que con el lápiz se puede trabajar más rápido, con mayor libertad creativa y confort, lo que redunda en una mayor precisión, prolijidad y rapidez de cada retoque de sus trabajos fotográficos realizados en Argentina, Chile y Paraguay.
TOMADO DE www.fotomundo.com
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